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INIA recomienda iniciar el monitoreo de cuncunilla negra y otras plagas en praderas


En el marco del programa “Manejo y Control de las Principales Plagas en Praderas y Cultivos Forrajeros de Aysén”, financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) del Gobierno Regional de Aysén, INIA Tamel Aike hace un llamado a los productores y productoras de la región para comenzar el monitoreo de la cuncunilla negra y otras plagas que puedan afectar la productividad de sus praderas.


Osvaldo Teuber, investigador de INIA Tamel Aike, explicó que las larvas de cuncunilla negra pueden observarse en las praderas desde abril hasta diciembre, de acuerdo con su ciclo de desarrollo en Aysén. Destacó que el trabajo realizado bajo el programa ha determinado que la época más adecuada para iniciar este monitoreo es al final del invierno.


“El monitoreo a partir del final del invierno, especialmente en agosto, permitirá encontrar larvas de aproximadamente un centímetro de largo, las cuales son más fáciles de identificar en el suelo y, por lo tanto, más simples de contabilizar para determinar la población existente”, subrayó Teuber.


Entre abril y agosto, las larvas de cuncunilla negra tienen tamaños que varían entre unos pocos milímetros y un centímetro, o un poco más. Durante este período, las condiciones ambientales, como las bajas temperaturas, la alta humedad y los controladores naturales del suelo, pueden reducir significativamente la población de esta plaga. Si se produce esta disminución natural, se minimiza el riesgo de daño económico, evitando así la necesidad de un control que implicaría un costo tanto económico como ambiental. Por ello, es esencial iniciar los muestreos después del período invernal.


Monitoreo: una herramienta clave para la toma de decisiones


El programa “Manejo y Control de las Principales Plagas en Praderas y Cultivos Forrajeros de Aysén” nació en respuesta a la demanda de los productores ganaderos de la región, tras los ataques de cuncunilla negra observados desde la temporada agrícola 2019-2020. En particular, en la región se realizan monitoreos mediante trampas de luz, que permiten determinar la presencia o ausencia de plagas y localizar los sectores donde se encuentran. Este método se complementa con la observación de suelos, lo que permite corroborar la presencia de larvas, responsables del daño a las praderas y cultivos.


En este sentido, Camila Reyes, directora de INIA Tamel Aike, señaló que el monitoreo es fundamental para respaldar la toma de decisiones en el manejo y control de plagas. “Este proceso puede ser llevado a cabo por los propios productores y trabajadores del predio, sin necesidad de equipos costosos, generando información valiosa para decisiones rápidas y efectivas”, sostuvo.


El seremi de Agricultura, Eugenio Ruiz, destacó la importancia del financiamiento proporcionado por el Gobierno Regional de Aysén, agregando que "en años de alta prevalencia de plagas en praderas y cultivos, que pueden tener un impacto significativo en el sector agropecuario, este financiamiento es crucial para poder desarrollar su correcto monitoreo y apoyar a productoras y productores de Aysén que desde la temporada de 2019 enfrentan problemas. Es en este sentido que destacamos la investigación de INIA y la fiscalización de SAG del Ministerio de Agricultura para fortalecer la seguridad y soberanía alimentaria regional”.


La Gobernadora Regional de Aysén, Andrea Macías Palma, agregó al respecto que “el Gobierno Regional tiene una gran preocupación por el desarrollo del agro en la Patagonia, por lo que estamos apostando por fortalecer a nuestros productores y productoras, para avanzar en soberanía y seguridad alimentaria y mejorar la vida de nuestras comunidades rurales. Para esto, seguiremos dotando a los distintos sectores de herramientas para impulsar y promover un sector rural sano y sostenible”.


¿Cómo realizar el monitoreo en suelo?


Utilizando una pala plana, se debe extraer un cubo de tierra de aproximadamente 20 cm de ancho por 20 cm de largo y de 15 a 20 cm de profundidad. Posteriormente, se debe inspeccionar cuidadosamente el interior de este cubo, desmenuzando el suelo con las manos para detectar la presencia de larvas de cuncunilla negra. Durante esta revisión, también se pueden identificar otras plagas de suelo como gusanos blancos y burritos. Este procedimiento debe repetirse al azar en el potrero entre 10 y 15 veces, o más si el terreno es grande, contando el total de larvas presentes en cada muestra.


El número de larvas por palada debe multiplicarse por 25 para extrapolar el número de larvas a un metro cuadrado. Si el promedio de todas las muestras supera las 50 larvas por metro cuadrado, se deberá considerar la posibilidad de iniciar un programa de control. En caso contrario, se recomienda repetir el muestreo entre 15 y 30 días después.


Para más información sobre el monitoreo y control de esta plaga, aclarar dudas o solicitar apoyo en capacitaciones, comuníquese con INIA Tamle Aike, a los correos oteuber@inia.cl, (Dr. Osvaldo Teuber, encargado del programa) o carolina.solis@inia.cl (con la ingeniera agrónoma Carolina Solís, profesional de apoyo del programa).

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