Los instrumentos de vigilancia volcánica desplegados en la Región de Aysén han detectado un aumento de la actividad sísmica en las cercanías del volcán Cay, fenómeno que se habría iniciado a finales de agosto de 2024, aunque particularmente intenso el domingo 01 de septiembre. Esta actividad se concentra a unos ~45 km al noroeste de Puerto Aysén, entre los fiordos Puyuhuapi y Aysén, en el flanco suroeste del volcán (Fig. 1). A la fecha, no existe registro de percepción de esta actividad por parte de la población local.
FIG 1. Mapa de ubicación de los volcanes Macá, Cay y centros eruptivos menores. En el recuadro se indica la localización epicentral de la sismicidad registrada históricamente (símbolos amarillos) y reciente (símbolos rojos).
Actividad sísmica histórica
El monitoreo instrumental del volcán Cay fue iniciada en el año 2012, y se ha caracterizado casi exclusivamente por actividad sísmica de ruptura o volcano-tectónica (VT), es decir la sismicidad asociada a dinámica de fluidos se encuentra prácticamente ausente en los registros. La distribución temporal de esta sismicidad sugiere un bajo registro, alcanzando valores máximos diarios en torno a 30 eventos (Fig. 2). Aunque no existe una clara tendencia, se observan ciertos enjambres y/o disparos sísmicos. En particular, periodos de mayor actividad se han observado a mediados de 2014, entre los años 2017-2018 y recientemente entre fines de agosto e inicios de septiembre 2024.
FIG 2. Distribución del número de eventos sísmicos por día asociados al volcán Cay. El registro se extiende desde el año 2012 hasta la actualidad.
Las magnitudes locales de los eventos identificados alcanzan valores máximos de 2,8 y 2,7; y 2,6 durante los 2024 y 2018 respectivamente (Fig. 3). Los registros de sismicidad, las localizaciones y tamaños de los eventos, sugieren un sistema volcánico con baja actividad interna, indicando un sistema relativamente estable. Por otra parte, la ausencia de dinámica de fluidos en los registros refuerza esta observación. A la fecha de emisión de este reporte, el registro de actividad sísmica ha decaído notablemente, y en consecuencia se mantiene el nivel de alerta técnica verde para este volcán.
FIG 3. Distribución temporal de las magnitudes locales de la sismicidad localizada en el volcán Cay desde 2012.
Geología y Peligros
El volcán Cay, corresponde a un estratovolcán de 2.200 m s.n.m. originado a partir de sucesivas emisiones de flujos de lava y material piroclástico desde su cráter central. Según el último Ranking de Riesgo Específico, elaborado por SERNAGEOMIN, se ubica en la categoría 4 (bajo riesgo), en la posición número 63. Por otro lado, el volcán Macá se localiza a una distancia de 15 km hacia el suroeste del Cay, y se encuentra en la categoría 3 del ranking (moderado riesgo), en la posición 36. Ambos volcanes se caracterizan por estar profundamente erosionados producto de la acción glaciar y por mantener un casquete de hielo en su cumbre. En sus alrededores se emplazan numerosos centros eruptivos menores, algunos de ellos adventicios a los volcanes principales.
Si bien el volcán Cay no posee registro de actividad volcánica en los últimos siglos, es considerado un volcán geológicamente activo. De esta manera una erupción futura podría tener lugar a través del cráter principal o bien por medio de la generación de un nuevo centro de emisión.
En caso de una potencial reactivación, sería esperable la generación de lahares o aluviones volcánicos, los que podrían afectar los valles de los ríos Marta hacia el fiordo Puyuhuapi y de aquellos que confluyen al lago Yulton. Además, la caída de ceniza podría afectar los valles de los ríos Pistola, Pangal y Tabo, así como localidades ubicadas hacia el este y sureste del volcán, como Puerto Aysén y Villa Mañihuales. En función de la dirección de viento, así como del tamaño y duración de la erupción, otras localidades de la región podrían ser eventualmente afectadas.
Red Nacional de Vigilancia Volcánica Santiago, 03 de septiembre de 2024
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